jueves, 28 de enero de 2010

Carlo Ginzburg, procesos inquisitoriales y co-creación

En Los Caminos sin nombre: cuando las etiquetas no funcionan mencioné como Carlo Ginzburg demostraba en Les Batailles Nocturnes, entre otras de sus obras, las dificultades de los inquisidores al tratar de hacer encajar forzosamente las declaraciones de los acusados de brujería en sus esquemas (pre-establecidos) acerca del culto al diablo.

Se acaba de publicar en Ouróboros la traducción de una extensa entrevista al autor donde se retoma este tema, y - como colofón al mes del libro, curiosamente - se presentan otros que hemos tratado recientemente en este blog, (Derechos del Lector, Los autores y "sus obras) como el papel del lector/receptor como co-creador de sentido a partir de la obra escrita.

Algunos fragmentos:
(...) Lo que me interesa de este proceso [En referencia al proceso de Menocchio, en "El queso y los gusanos"], es que el control no funciona al 100%. Algo no funciona, hay arena en los engranajes. De hecho, creo que los sistemas y los proyectos no funcionan nunca completamente – tal vez sea un punto de vista italiano (risas).La realidad es siempre más flexible, más fluida de lo que se cree. Para pensarla, es necesario mostrar la diferencia entre los sistemas y su funcionamiento imperfecto.

Para mí es una cuestión de método: es necesario partir de la arena en el engranaje. Si uno toma las reglas como punto de partida, se arriesga a caer en la ilusión de que éstas funcionan, y de dejar de lado las anomalías. Pero si no parte de las anomalías, de los disfuncionamientos, uno encuentra también las reglas, porque están implicadas.

Esto es lo que me interesó entre los Benandanti, esos campesinos de Friuli de finales del siglo XVI y principios del XVII, que llevaban a cabo, durante los “Cuatro tiempos”, las batallas nocturnas contra las brujas cuyo resultado determinaba la fertilidad de los campos: Eran juzgados por jueces expertos en demonología, que trataban de hacer entrar las declaraciones en sus propias categorías. Pero los Benandanti no se reconocían en estas construcciones eruditas. Mostré los mecanismos a través de los cuales los inquisidores, con el tiempo, lograron cuadrar las declaraciones de los Benandanti en su propio sistema teológico.

Observa Menocchio: uno de los problemas que presentó a los jueces fue que sus declaraciones no correspondían a ninguna de las herejías conocidas. He reconstruido, a partir de las menciones que hizo en el transcurso de sus declaraciones, una lista de los libros que Menocchio pudo haber leído. Busqué como había podido elaborar su extraña visión del mundo. Propuse la hipótesis que la cosmogonía que testimonia era resultado, no de los libros en sí mismos, sino de su reelaboración a través de una visión que remite a una cultura distinta de aquella que se expresa en la página escrita. Menocchio lee de una manera que no está programada, hace un uso a contracorriente del libro. Esta lectura abre posibilidades históricas.

(...) Como toda persona alfabetizada, soy al mismo tiempo lector y escritor. Como escritor, trato de orientar en la medida de lo posible las reacciones de mis lectores. (...) Pero esta tentativa de control, estas acotaciones del sentido tienen sus límites. Un cierto número de las reacciones de mis lectores se me escapa. Ignoro ciertas de las intersecciones entre mis libros y el mundo de mis lectores, y sé que la recepción puede ir siempre más allá de los significados que yo he proyectado. Se puede , por otra parte, considerar este fenómeno de la lectura como una metáfora; incluso si existen acotaciones, incluso si existen límites, siempre hay creación en el uso, existe un margen de maniobra. Esta es una pregunta que me hago, sobre la que estaría bien trabajar: la transformación de las instituciones en general por el uso que de ellas se hace.

Fuente: De cerca, de lejos; Las relaciones de poder en la historia. Entrevista con Carlo Ginzburg, realizada por Philippe Mangeot y publicada en la revista Vacarme nº18, invierno de 2002. Traducción de Vaelia Bjalfi, Ouroboros Webring, enero de 2010.


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