jueves, 29 de julio de 2010

A pesar de todo, la verdad




Malgré Tout (1898?), Jesús Contreras

Malgré Tout (A pesar de todo) es el título de la escultura que Jesús Contreras expuso en la Exposición Universal de París en el año 1900, y por la que le fueron concedidos los más altos honores. En aquel momento, Contreras acababa de sufrir la amputación de un brazo, y el poeta Amado Nervo le dedicó unos versos en los que ensalzaba a Malgré Tout como una "figura esculpida con una mano y que representa una enorme suma de trabajo (...) símbolo conmovedor de su orgullosa manquera".

Lo que el escultor en realidad hizo fue modelar la imagen en arcilla y encargar posteriormente la imagen en mármol a algún taller especializado. Si bien el primer error de Nervo pudo ser no distinguir entre las técnicas de modelar y cincelar, más grave es el hecho de que muy posiblemente la misma escultura ya hubiera sido expuesta, aún sin el título que más tarde se le otorgaría, en una exposición de 1898; Es decir, dos años antes de que Contreras perdiera su brazo.

Sin embargo, los versos de Nervo crearon una leyenda acerca del artista marcado por la desgracias que, en un esfuerzo titánico, logra vencer la adversidad y concluir una obra magnífica, leyenda de la que otros autores y el público general se hicieron eco, porque en palabras de Eduardo Báez Macías; "el ya viejo siglo XIX necesitaba de esas imágenes trágicas-heroicas gestadas en el romanticismo tardío".

Dicho de otro modo, el mito, nacido tal vez de la casualidad o el error, fue alimentado y sostenido, porque era una historia que se quería escuchar. Tan es así que un un siglo más tarde yo misma recibí el relato de labios de una amiga al pasar ante la reproducción de la escultura que se encuentra en la Alameda Central del DF.

Al parecer, la historia acerca de Contreras y Malgré Tout fue toda una sensación en la época, con los riesgos que esto comporta, pues añade Báez: "Se asoció el infortunio de Contreras con la sordera de Beethoven, la ceguera de Homero y la manquedad de Cervantes, y el mismo presidente Díaz, torpemente, le concedió el título de “Inválido del Arte” que el artista sensatamente declinó".

Probablemente el título de "Malgré tout" se asoció con el artista y sus circunstancias personales, lo que resulta paradójico cuando descubrimos a que Contreras pudo referirse con él a la alegoría de la Verdad, tal como era representada por los antiguos emblemistas: una mujer que lucha contra la mentira y el engaño a pesar de sus ataduras.

Por ejemplo, en el grabado "La Falsa Opinión que arruina al mundo", de Hendrick Goltzius, (1558-1617) se presenta Falsa Opinión, la falacia, conduciendo al mundo hacia un barranco mientras que al fondo de la escena la Justicia se niega a intervenir (la figura se ve al fondo de la imagen, con sus atributos abandonados en el suelo). A un lado se encuentra la Verdad encadenada sobre una roca, son sus manos y pies sujetos con grilletes de hierro, tal como la mujer de la estatua de Contreras.

La Falsa Opinión que arruina el mundo, gravado de Hendrick Goltzius

Hace muchos años escuché una cita en la radio de un autor cuyo nombre desgraciadamente no recuerdo y no he podido localizar, pero que decía algo así como: La poesía nos concede aquello que la realidad histórica nos niega. La historia de Malgré Tout es un ejemplo literal de tal afirmación, sin embargo la misma situación se repite una y mil veces, tanto al volver la vista hacia el pasado (reciente o remoto), como en nuestro propio presente.

Hay muchas historias que quieren ser oídas, muchos modelos en los que, de modo consciente o -más a menudo- inconscientemente, las personas tratan con insistencia de clasificar o hacer encajar las realidades que los rodean, tal como si se hubiera trazado un curso para encaminar los pensamientos de un modo común. Si pretendemos empezar a ver las cosas tal como son será necesario aprender a esquivar esta trampa y acercarnos sin temor a su realidad, que puede defraudarnos en la misma medida en que puede superar nuestras expectativas.

Sin embargo es preciso comprender que la leyenda, el mito, la historia inventada, creada y recreada mil veces, a pesar de no poder decir nada real del objeto al que se refiere es muy elocuente y certera si pensamos en la referencia hacia el mundo en el que vivimos y las mentalidades que lo habitan. Contiene en sí misma otra cara de la verdad, que también es necesario, por nuestro propio bien, conocer.


Fuente de referencia:

Báez Macías, Eduardo: Historia de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1781-1910), UNAM, México, 2009. p.215-216

2 comentarios:

rocio de la mañana dijo...

increible articulo, de verdad muchas felicidades, me encantó la historia, debo decir que en mi ignorancia no conocía la verdadera historia de la pieza, y que en mi ignorancia creía ciegamente la primera versión que escuche, las más sinceras felicitaciones de una admiradora de este blog, que francamente, cada día encuentra más y más depurado su estilo de escritura, de ser eso posible : D

Vaelia dijo...

Gracias Rocío, yo tampoco lo sabía, hasta que de casualidad di con el dato... Me hizo pensar que cuando ponemos interés en alguna cosa (en este caso la escultura de Contreras, que siempre me ha gustado mucho)muchas veces ésta parece querer responder a nuestra atención revelándonos por caminos insospechados su propia historia. Y este es un tema del que tendré que hablar un día de estos...

Un abrazo,
Vae.