Enheduanna vivió entre el 2285 a.n.e y el 2250 a.n.e. Hija del rey Sargon de Acadia, fue nombrada suma sacerdotisa del dios lunar Nanna, en Ur. Sus himnos a la diosa Inanna son una de las primeras manifestaciones literarias conservadas, siendo la primera autora conocida por la historia ( la primera persona que firma los escritos con su nombre). Los himnos muestran una relación personal con la divinidad, siendo la manifestación verbal más temprana de una conciencia individual acerca de la vida interior.
Enheduanna veneró especialmente a la diosa a la que van dirigidos los Himnos, jugando un destacado papel en la fusión de las figuras de la Ishtar acadia y la Inanna sumeria. Su himno más famoso, el Nin-me-sara , fue escrito como una petición a la diosa, al haber sido desplazada de su cargo de suma sacerdotisa por la rebelión rey sumerio Lugal-Ane.
"Yo, la que alguna vez se sentó triunfante
fui arrojada del santuario,
como una golondrina [Lugal- Anne]
me hizo volar por las ventanas,
y mi vida se fue consumiendo…” (1)
"¡Soy tuya! ¡Siempre será así!
Aunque tu corazón se enfríe para mí
Aunque su comprensión... compasión...
He experimentado tu gran castigo." (2)
De acuerdo con Annette Zgoll, el pueblo sumerio creyó que el Nin-me-sara fue escrito de un modo tan efectivo que las pregrarias a Inanna obtuvieron como respuesta las 9 victorias que dieron fin a las batallas entre sumerios y acadios. Tras estas victorias, Eneheduanna recuperó su puesto como suma sacerdotisa de Nana.
"Señora de todas las esencias, llena de luz,
Mujer vestida con el resplandor de la bondad
A quien aman los cielos y la Tierra,
Del templo amigo de An,
Te vistes de grandes ornamentos,
Deseas la diadema de las grandes sacerdotisas
Aquellas que sostienen las siete esencias,
Tú las has tomado y las has colgado
En tu mano.
Tú has reunido las santas esencias
Y te las has puesto
Ajustadas en tus pechos.
(...)
Como un dragón has llenado la Tierra
Con veneno.
Como un rayo cuando ruges sobre la Tierra,
Los árboles y las plantas van cayendo delante de ti.
Eres la sangre que desciende de la montaña,
Eres la primera,
¡Inanna, Diosa de la Luna, del Cielo y de la Tierra!
Lanzas tu fuego y lo derramas en nuestra nación.
Señora que vas montada en una bestia,
An te da los atributos, las órdenes santas;
Y tú decides.
Tú estás en todos nuestros rituales.
¿Quien puede entenderte?" (3)
El Nin-me-sara fue venerado como texto sagrado y 500 años después de la muerte de Enheduanna, aún se empleó como un texto copiado por los escribas durante su formación.
Notas:
(1) El Imaginario femenino, Andrea Saldaña (PDF)
(2) En-hedu-ana (Wikipedia)
(3) La Prostituta Sagrada, Nancy Qualls-Corbett. Colección La Lámpara de Psique.Ed. Obelisco, Barcelona ,1997
La imagen corresponde al "disco de Enheduanna", una placa votiva de alabastro encontrada en las excavaciones de Ur (Iraq). En él aparecen cuatro figuras en una ceremonia, un sacerdote desnudo que realiza la libación en frente de un elemento arquitectónico de cuatro niveles. Este edificio suele interpretarse como una primera forma de zigurat. La mujer identificada como Enheduanna, sostiene su mano levantada en señal de saludo. Es la figura más alta, con la cabeza tocando la parte superior del friso, y por lo tanto el más importante de las cuatro personas que aparecen. Detrás de Enheduanna se hallan dos figuras adicionales. Beijing World Art Museum.
1 comentarios:
Excelente post.
Me encantó el primer verso de la oración (o canto) de Enheduanna.
Saludos.
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