jueves, 22 de abril de 2010

Día de la Tierra

Doodle conmemorativo del día de la Tierra (2010)

El Dia de la Tierra se celebra en muchos países el 22 de abril. Sus inicios se encuentran en los EUA, cuando en 1970 fuera promovida por el senador Gaylord Nelson una manifestación en favor de la concienciación sobre los problemas medioambientales.

Sin embargo, la propuesta obtuvo una sorprendente respuesta por parte de la población, y el movimiento en torno a las revindicaciones del día de la Tierra creció y se organizó de forma autónoma y descentralizada. Aproximadamente 20 millones de estadounidenses se involucraron con la propuesta. Miles de colegios y universidades organizaron protestas en contra del deterioro del medio ambiente. Y los numerosos grupos que habían estado luchando contra los vertidos de petróleo, la contaminación industrial, los vertederos tóxicos, la pérdida de biodiversidad, etc. comprendieron que compartían valores y objetivos comunes. Por ello se considera que el Earth Day de 1970 marcó el inicio del moderno movimiento medioambiental (1).

En el 40 aniversario del evento, por primera vez la ONU se sumó institucionalmente a la celebración del día de la Tierra,(2) si bien éste ya era conmemorado de modo no oficial desde 1971, coincidiendo el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.

También este año se celebró, coincidiendo con el día de la Tierra, en Bolivia, la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra, en la que participaron dos tercios de los países del mundo (3). La CMPCC es llamada también "cumbre alternativa", en referencia a las cumbres mundiales sobre el clima, que si bien vienen celebrándose por la CMNUCC desde 1995, han defraudado especialmente en la última cita (Coppenhague, 2009), que no consiguó llegar a un acuerdo vinculante, ambicioso y justo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.





Recuperando el día de la Tierra


Como he mencionado en otros artículos, cuando contemplamos la vertiente política de la ecología corremos el riesgo de sentirnos impotentes. Creo que lo más importante del día de la Tierra es justamente lo contrario, la involucración y voluntad de acción de comunidades, pequeños grupos e individuos, capaces de funcionar de manera autónoma y descentralizada, en el trabajo por la conservación del medio ambiente. El día de la Tierra, no pertenece a un gobierno u organización, pertenece a las personas. Para muchas de las cuales el día de la Tierra, se celebra cada día.

Para recuperar esta dimensión, y centrarnos en aquello que sí podemos hacer, creo conveniente repasar el listado básico de acciones sencillas por el medio ambiente. Al tenerlo presente en nuestra vida diaria, desarrollamos una disciplina que nos permiten conectar, a través de pequeñas acciones, con la Tierra - y la Vida- que honramos y respetamos.



1. Reducir el consumo de agua.

Todo aquel que ha sufrido cortes de agua debido a la sequía sabe de la importancia de este recurso natural. Sin embargo, raramente las grandes ciudades se ven privadas de este bien, por lo que es más difícil concienciar a sus habitantes del valor del recurso que ellos desperdician, mientras otros carecen. No se trata de escatimar, o privarnos, sino de evitar malgastar.
No dejar correr el agua mientras nos lavamos los dientes o enjabonamos la vajilla, o tomar una ducha rápida en vez de un baño. Aprender a reutilizar el agua, por ejemplo, el agua del aclarado de los platos puede emplearse para la limpieza de suelos o en sustitución de la descarga del W.C. (la cantidad de agua potable que se pierde en el W.C. es vergonzosa). En caso de contar con terrazas o patios al aire libre, vale la pena recoger el agua de lluvia para el riego de las plantas.

2. Reducir el consumo de energía eléctrica.

No se trata de ir corriendo a la tienda de electrodomésticos para cambiar los que tenemos por otros de bajo consumo (aunque si vamos a comprar algo nuevo, tengámoslo en cuenta), sino, nuevamente, de no malgastar. Apagar luces y electrodomésticos cuando no se estén utilizando. Sustituir las bombillas convencionales por otras de bajo consumo eléctrico. Llenar la lavadora, en lugar de hacerla funcionar sólo con dos pares de calcetines y un suéter (con esto también se ahorra mucha agua), no dejar la puerta del refrigerador abierta.


3. Reducir el uso de vehículos privados.

Todos conocemos a alguien que usa su coche hasta para ir a comprar el pan, es obvio que eso no es necesario. Aunque el transporte público tiene sus desventajas, ciertamente termina compensando en lo que a tiempos y gastos se refiere. Si no hay más remedio que usar el coche, siempre podemos compartirlo con otros compañeros en nuestros desplazamientos al trabajo, centro de estudio o destino vacacional. Aunque en algunas ciudades se dificulta el ir en bicicleta, en otras no hay excusa. Por último, nunca está de más recordar que la mayoría de humanos cuenta con un par de piernas para desplazarse, y que caminar 30 minutos al día es una costumbre que puede ayudarnos a mantenernos saludables.


4. Reducir el consumo de bolsas y empaques.

En cuanto comprendemos cuánto tiempo tardan en degradarse el plástico y otros componentes de los empaques comerciales, nos invade una cierta angustia (4). Sobrepasándola, lo cierto es que no necesitamos todas esas bolsas y empaques con los que volvemos del supermercado, la panadería o la frutería. Podemos tener nuestra propia bolsa de la compra, y simplemente separar las verduras y demás a la hora de pesarlas. Cuando, de todos modos llegamos a casa cargados de bolsas, porque nos dejamos la nuestra en casa, o porque no había más remedio, siempre es posible darles al menos un segundo uso, empleándolas como bolsas de basura.


5. Gestionar correctamente los residuos y reciclar.

Por lo mismo que se comenta en el punto anterior, los humanos gastamos cantidades ingentes de energía y otros recursos en la fabricación de materiales y productos de poca utilidad que teminarán contaminando el medio ambiente.
Reciclar es la manera de reducir tanto la producción como la contaminación, dando un segundo uso al material. Tampoco se trata únicamente de tirarlo al contenedor correspondiente: en primer lugar deberíamos preguntarnos si realmente ha finalizado la vida útil del producto ( es decir: ¿realmente ya no sirve?), si podemos seguir usándolo como veníamos haciendo, o bien emplearlo para otra cosa. Si realmente ya no sirve para nada, entonces sí, depositémoslo en el contenedor correspondiente.

Estoy segura de que la mayoría de las personas que lean este artículo cumplen con al menos dos puntos de la lista en su vida cotidiana, ahora, pueden probar con otros. Si se cumple con todos, en mayor o menor medida, puede ser una buena ocasión para plantearse nuevas propuestas y acciones :)



NOTAS:

(1) Earth Day, Wikipedia.
(2) La ONU celebra el Día de la Madre Tierra con llamado a desarrollo sostenible EFE
(3)
ONU considera que dos tercios de los países del mundo alzaron su voz en Bolivia ABI
(4) Cuanto tarda.

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