Hojas de Hierba, Walt Whitman. Ed. Alba, Madrid, 1997
Dedicatorias
Cuando leí el libro
Cuando leí el libro, la célebre biografía,
¿es esto, me dije, lo que el autor llama la vida de un hombre?
¿Alguien, una vez muerto yo, escribirá así mi vida?
(Como si algún hombre conociera en realidad algo de mi vida:
yo mismo pienso ahora con frecuencia que nada o muy poco sé
de mi verdadera vida
apenas atisbos,algunos indicios débiles difusos e indirectos
que persigo para poder exponer aquí.)
1871
Al comenzar mis estudios
Al comenzar mis estudios, el primer paso me agradó tanto,
el mero hecho de la conciencia, estas formas, el poder del
movimiento,
el último insecto o animal, los sentidos, la vista, el amor;
el primer paso, como digo, me sobrecogió, agradándome tanto
que a penas he avanzado algo y a penas he deseado continuar.
Casi prefiero detenerme y vagar para siempre, con el fin de
cantarlo en canciones extáticas.
1867/1871
Canto a mí mismo
52
(...) Dificilmente sabrás quien soy o lo que quiero decir;
seré, sin embargo, saludable para ti
y filtraré y fortaleceré tu sangre.
Si no aciertas a dar conmigo pronto, no te desanimes.
Si me has perdido en alguna parte, busca en otra.
En cierto lugar me detengo a esperarte.
1855/1881
4 comentarios:
Siempre me ha gustado mucho Walt Whitman. Tiene algo en lo que escribe con lo que me he sentido enormemente identificada, aunque no pudiésemos ser más diferentes en otros aspectos.
Gracias por estos fragmentos que me emocionan tanto ^_^.
La primera dedicatoria me ha recordado a Rike, cuando se habla a sí mismo de la tristeza -y al resto- en Cartas a un joven poeta. Desde mi punto de vista muy interesante por reafirmar mi tesis, que expondré más abajo ;) La última dedicatoria a Bukowski, cuando grita: ¡Quizás lo encontremos al morir. Quizás no. Tenéis vuestros libros de filosofía, vuestros sacerdotes, vuestro predicador, vuestro científico, así que no me lo preguntéis a mí! Y la intermedia a mí porque me encanta descubrir que lo que pienso otros lo han pensado ya antes o lo piensan conmigo en una especie de interconexión energética ¿? (no será el término más adecuado, Vae, pero es el que me sale) y es de esto de lo que más me gusta leer, que casi siempre encuentro de forma casual. Esa vuelta a los orígenes, que de eso trata la originalidad. Algunos quisieran descubrir algo nuevo: otro planeta, una nueva vacuna, otra forma de narrar... [esta sería una opción válida]; otra: la conciencia y la tranquilidad que da lejos de cualquier pretensión el presentir que estamos aquí para perpetuar lo adquirido -y esto ya es mucho-, que ha ido pasando de tiempo en tiempo, de ahí la comunión con lo que y los que nos rodea/n. Bailamos. Si bien no siempre la misma música, con el mismo tempo, al mismo ritmo, o con mayor o menor inspiración o gusto; pero bailamos. Desde los inicios.
Un saludo. Bonita entrada :)
Desde luego, hay coincidencias que resultan sorprendentes, tal vez deberíamos llamarlas, en ocasiones, puntos de encuentro... Algo así como posadas en el camino.
No he conocido aún ningún poema de Rilke que me haya llamado verdaderamente la atención y, sin embargo, las Cartas a un Joven Poeta - que dudo mucho que el autor pensara que llegarían a publicarse - se cuentan entre las pocas obras que consideraría imprescindibles. Siempre me ha impresionado como algo tan breve, tan desinteresado, puede abrir esos inmensos portales en la conciencia y llevarnos tan lejos...
Cuando se estrenó "Factótum" yo aún trabajaba en unos cines, y creí que jamás leería a un "sujeto de tal calaña" como Bukowski me pareció. Ahora, tengo que confesar que a pesar de lo oscuro de su trayectoria existencial, de lo mucho que nos separa, hay mucho que se puede aprender de él, y cuenta con mi sincera admiración.
Conocí a Whitman por la película de El Club de los Poetas Muertos. Hay algo en él que siempre me llega.
Violeta, tu comentario me ha entusiasmado, especialmente el final.
Muchas gracias a las dos.
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