Lo encontré probando el nuevo buscador, en A Media Voz, junto a otros versos del autor, a los que vale la pena echar un vistazo. No puedo saberlo, pero imagino que, mientras a su alrededor se dedicaban a preparar la Navidad, Lovecraft escrbía estos versos, observando el mundo bajo su particularísima luz.
No se trata de volvernos tenebrosos... Simplemente, una de las cosas que me atrae de la literatura es su poder para evocar visiones alternativas acerca de lo que nos resulta familiar. Esto puede deberse a la mirada única del autor, como sería el caso de Lovecraft, o bien a que el autor nos hace partícipes, a modo de cronista involuntario, de la visión de un tema que se tenía en un tiempo y lugar determinados; Por ejemplo, cuando Goethe escribe acerca de las hadas, y el rapto de los niños, echando por tierra todo intento de la fantasía postmoderna por proyectarse hacia al pasado.
El horror de Yule
Hay nieve en el campo
Y los valles están helados,
Y una profunda medianoche
Se cierne sombría sobre el mundo;
Pero una luz entrevista en las cumbres
Revela festines profanos yantiguos.
Hay muerte en las nubes,
Hay miedo en la noche,
Pues los muertos en sus mortajas
Celebran la puesta del sol,
Yentonan cantos salvajes en los bosques mientras danzan
En torno al altar de Yule, fungoso y blanco.
Un viento que no es de este mundo
Recorre el bosque de robles,
Cuyas mórbidas ramas se ahogan
En una maraña de delirante muérdago,
Porque éstos son los poderes de las tinieblas, que perviven
En las tumbas de la raza perdida de los Druidas.
Diciembre, 1926
Versión de Juan Antonio Santos y Sonia Trebelt
1 comentarios:
Es un poema genial, no me parece en absoluto tenebroso, es fruto de su tiempo y momento histórico. Que tengáis todos un buen Yule, y os recomiendo leer para esta ocasión "Los Muertos" de James Joyce.
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