Cuando un niño humano es adoptado por una manada adquiere el estatus de cachorro, quedando a resguardo de represalias por parte de otros miembros de la manada. Entre los cuentos populares existen historias de lobas que roban niños humanos tras haber perdido a sus cachorros, para sustituirlos. Sin embargo es más probable que los niños recogidos por lobos fueran previamente abandonados por sus padres.
En la década de 1950 unos estudios realizados con niños autistas, hijos de americanos de clase media, revelaron múltiples similitudes con los niños ferales, criados por animales y recogidos de nuevo por humanos. Caminaban cuatro patas, les molestaba el ir vestidos y creaban refugios. No hablaban, y en ocasiones eran incapaces de reír o sonreír, sin embargo imitaban sonidos de animales, y preferían la compañía de éstos antes que la humana. Esto llevó a la hipótesis de que la causa de abandono de los niños por parte de sus padres fuera precisamente su autismo, mismo factor que posteriormente les hubiera ayudado a sobrevivir entre animales.
Sin embargo, existen casos que no encajan en estos parámetros, como el de Marcos Rodríguez Pantoja, el "niño salvaje de Sierra Morena". Marcos nació en 1946, en Córdoba (España). A los 7 años, fue vendido por su padre a un anciano cabrero de Sierra Morena. Algún tiempo más tarde, el anciano salió a cazar y no regresó, dejando a Marcos solo en la montaña. Hasta que dio con una camada de lobeznos y paulatinamente fue aceptado en la manada. En un documental de El Mundo se recogen sus declaraciones:
"Un día oí ruido detrás de unas rocas. Me acerqué y había unos lobeznos. Les fui a dar comida, a revolcarme con ellos… Vino la loba y lanzó un mordisco… Me fui… Un día estaba en la cueva y entró la loba. Yo me fui al fondo… Creía que me iba a comer… ¡Como antes me había atacado! Pero me dejó un trozo de carne… Me lo iba acercando… Y al final se acercó y la abracé… Y fueron confiando en mí. Yo les daba comida y jugaba con los lobeznos y poco a
poco, así, fue como me fui convirtiendo en el jefe de la manada".
Marcos vivió con los lobos, y con otros animales como una zorra o una serpiente, durante más de una década. Contaba ya con 19 años cuando fue descubierto por un guarda y denunciado a la Guardia Civil. Marcos trató de defenderse, se consideró cazado. Fue llevado a Madrid y dejado al cuidado de unas monjas. Se trató de "civilizarlo", si bien esto no parece haberle reportado demasiados beneficios.
En 1979 el antropólogo Gabriel Janer Manila retomó la historia para su tesis doctoral, acerca de la problemática de los niños ferales. Años más tarde el mismo autor creó una novela infantil titulada "He jugado con Lobos". Éste era el material disponible al respecto cuando el director Gerardo Olivares, empezó a investigar sobre el caso de Marcos. Más tarde, a base de insistencia, Olivares consiguió localizar al propio Marcos, protagonista de la historia que el director se ha encargado de llevar al cine bajo el título "Entre Lobos". La película se estrena el próximo 26 de noviembre, pero ya ha motivado numerosos reportajes en los medios que han contribuido a la difusión de una historia, humana y animal, que supera con creces muchas de las figuraciones literarias con la que hemos crecido.
2 comentarios:
Tiene muy buena pinta, habrá que verla!
Dani
Antes que desparezca lo mucho que me has mostrado y enseñado, con muchísimo cariño y enñoranza te enviío este link para que te sirva de recordatorio de lo que vivimos juntas y lo mucho que me has ayudado. CAda ciertos días des de hace años pienso en ti y deseo que la vida te vaya muy bien. Perdona la brusquedad después de lo que pasaste por mi, lo valoro mucho y ojalá te pueda corresponder. Sigo considerándote como la amiga más inteligente y más firme que nunca he conocido: Shadowhttp://www.youtube.com/watch?v=tt8d3Shlfrgeverstre
Recibe un abrazo:
Thaïs
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